Parte del oficio de ser Secretario General de la ONU es lanzar condenas contra Israel y ordenar acciones a éste país, aunque se sabe de antemano que nunca cumplirán con nada (no se ha cumplido con ningún mandato de la ONU desde 1948, en el que se ordenó la división en “2” del mandato inglés de Palestina)
Otra de las costumbres habituales es pedirle a Hamas (ahora partido gobernante de la población palestina) que reconozca a Israel, modere sus acciones y deje de agredir a la población civil del sur de Israel.
Por supuesto, estos tampoco obedecen.
¿Quiénes pagan por esto? La población civil palestina.
Pero hay otro frente al que nunca se ha buscado para dialogar, pues se le toma como grupo terrorista con el que no se puede ni debe negociar (a pesar que es un partido político y tiene escaños en el gobierno) y es el cada vez más popular entre la población civil Hezbolláh.
Esta organización es el dolor de cabeza del norte de Israel, pues operan desde Líbano, originalmente con presupuesto iraní.
Al igual que Hamas, tienen obra social y política, solo que en Líbano y al igual que Hamas también, sus acciones bélicas han causado estragos pero no en la población civil palestina, sino en la libanesa, que no tiene que ver absolutamente nada con el conflicto palestino.
Los refugiados palestinos son una carga social y económica para Líbano. Este país, junto con Siria y Jordania, tienen que mantener en su territorio a cientos de miles de personas en campos de refugiados, simplemente porque fueron arrojados fuera por los israelíes para expropiar sus tierras.
Estos refugiados no tienen patria (no los reconocen como libaneses, sirios o jordanos), no tienen lugar propio y no tienen a donde regresar (pues el territorio de Palestina ya no existe, excepto por Gaza al sur, frontera con Egipto y Cisjordania al este, en la ribera occidental del río Jordán.
Por causa de estos refugiados, Israel ha atacado e invadido en múltiples ocasiones a Líbano, país que, a diferencia de Siria, Egipto o Jordania, no ha participado en ninguna de las guerras contra Israel
En esta ocasión, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a los líderes de la milicia Hezbolláh a convertir a ese grupo armado en un partido político exclusivamente libanés.
Varios factores indican que la paz en Líbano puede ser duradera:
1- Estados Unidos está rearmando al ejército libanés, para que sean los nacionales y no los cascos azules los que vigilen la frontera sur (Israel) y eliminen las células terroristas de su territorio.
2- Después de la muerte del primer ministro Rafiq Hariri a causa de una bomba siria, fuertes presiones de la población civil obligaron al ejército de ocupación sirio a abandonar el país.
3- La paz con Siria: Ahora, sin la influencia siria en el gobierno, Líbano puede dirigir su destino a donde lo desee y para reforzar esto, el actual primer ministro, Saad Rafiq Harir, hijo del primer ministro asesinado, le dio la mano y se sentó a dialogar con Assad, presidente de Siria (y asesino de su padre) en Damasco para asegurar la paz en Líbano.
Lo único que falta ahora para asegurar la paz en Líbano es desarmar a las fuerzas armadas de Hezbolláh y que se establezcan en Líbano exclusivamente como una fuerza política.
25 de Abril de 2010