La migración en masa y la expulsión de comunidades (sea en el norte de México o en el kurdistán) se
está dando en todo el mundo, con una similitud tremenda con los años previos a
la Primera Guerra Mundial.
La terrible diferencia ahora es que somos muchas más
personas viviendo en los mismos territorios y que el "enemigo" no es
ahora un Estado, sino células (en ocasiones virtuales) que atacan y dañan desde
varios frentes: La red, durmientes kamikazes que se inmolan, grupos de dos o
tres que atacan en plazas comerciales y en Latinoamérica, Asia central y Europa
del Este grupos de narcos dirigidos por hombres o mujeres que han ampliado su
"cartera de servicios" a esclavitud, extorsión, venta de armas, venta
en el mercado negro de productos piratas, secuestro, robo de combustibles,
asociación con políticos (que son otro tipo de crimen organizado) para participar
en los "moches" o levantar desarrollos comerciales o turísticos
legales (de origen ilegal), etc.
Sumemos que la derecha extrema está regresando
(igualito que a los años previos a la Segunda Guerra Mundial). En Francia ya
son mayoría con Le Pen, en Austria ya tienen el control del gobierno, en
Estados Unidos... bueno, lo vemos diario.
Turquía ya se radicalizó. Rusia está dibujándose como la
nueva Unión Soviética (pero con ganas de comerciar), España ni cabeza de
gobierno tiene (y Brasil, pues...).
Esta es la nueva realidad, que no ha dejado de crecer y
nutrirse y nuestra obligación es preparar a nuestros hijos para vivir en este
modo de vida (y que solo es la sombra de lo que se vivirá en diez o veinte
años).