Hace algunos meses apareció una noticia, perdida en el mar de sucesos internacionales, a la que nadie le prestó atención: “Dinamarca levanta un reclamo internacional sobre una zona del Ártico”.
¿Porqué Dinamarca reclamaría por una zona en la que aparentemente no hay nada, sino hielo?
Sucede que, según cálculos, el 25% del petróleo que queda por extraer en el planeta se encuentra en el Ártico (el mismo nivel que tiene Arabia Saudita).
El petróleo es causa de guerras constantes (Irak, la intervención en Libia, el mirar hacia otro lado y armar a Nigeria….)
El Ártico además, es rico en gas natural, carbón, hierro, plata, oro, zinc e incluso se dice que rubíes.
Hasta ahora sale a relucir esto por el deshielo. Se están abriendo en la zona nuevas rutas para la navegación y se puede acceder a sus riquezas naturales.
Los países que están comenzando a tener fricciones por este territorio son los que tienen líneas fronterizas con esta zona: Estados Unidos, Canadá, Rusia, Dinamarca, y Noruega. Y estos países parece que no están dispuestos a quedarse con lo que les corresponde en la repartición inicial.
El problema no son las fronteras terrestres, que están bien delimitadas, la cuestión que se plantea en estos momentos es de quién es el espacio marítimo y sobre todo de quienes son las enormes riquezas que contiene.
Para resolver este lío, los cinco países se comprometieron en 2008 a respetar la “Convención sobre el Derecho del Mar de Naciones Unidas” que hasta el 2014 deberá decidir sobre las reclamaciones territoriales.
Supuestamente hay voluntad para resolver esto, pero “cables secretos” revelados por Wikileaks (para variar), indican que la disputa por los recursos naturales se está poniendo color de hormiga e incluso podría empeorar.
Los daneses creen que tienen el derecho de reclamar hasta el Polo Norte, algo que también creen los rusos y esto puede comenzar con un conflicto diplomático que lleve a las naciones a instalarse ilegalmente en la zona, molestando a los demás países que defenderán el territorio que creen les pertenece. ¿Suena imposible? ¡Actualmente el ártico ya se está militarizando!
Todos las naciones del ártico a excepción de Canadá están volviendo a desarrollar su capacidad de combate para operar en el Ártico, pero la razón de esto no es dominar el Ártico por la fuerza, sino que la desaparición del hielo como obstáculo está convirtiendo al Ártico en un océano como otro cualquiera que permite a los países actuar a su conveniencia.
El hecho de que Estados Unidos haya colocado una gran cantidad de aviones de combate en Alaska y que además tenga un sistema de misiles antibalístico allí no es porque vaya a mantener una guerra aérea con los rusos. Están allí en caso de que algún día Corea del Norte lance un misil. Pero el problema es que si los estadounidenses han desplegado este sistema en el Ártico, Rusia también lo está haciendo y eso calienta más la zona.
El embajador de Rusia ante la OTAN dice que “el siglo XXI verá una lucha por recursos y Rusia no debe ser derrotada en esta lucha”... La OTAN sabe de dónde vienen los vientos. Vienen del norte.
Para ponerle sabor al tema, el jefe de la armada rusa, almirante Vladimir Vysotsky, dijo que "aunque en el Ártico hay paz y estabilidad, no se puede excluir que en el futuro haya una redistribución de poder, incluyendo una intervención armada".
Moscú reclama su parte: 1.2 millones de kilómetros cuadrados en el Ártico que llegan hasta el Polo Norte.
Además, actualmente el gobierno ruso está construyendo ocho plantas de energía en el Ártico que podrían entrar en operaciones este año.
En 2007, científicos rusos plantaron en el fondo de una cordillera submarina a 4.200 metros de profundidad en el Ártico una cápsula de titanio con la bandera rusa.
Inmediatamente después de esto, Canadá anunció que construiría dos bases militares en el Ártico, pero la construcción aún no ha empezado.
El deshielo abrirá nuevas rutas para el transporte marítimo y el turismo así como mayores posibilidades de pesca, algo que también podría convertirse en motivo de tensiones internacionales.
El impacto al medio ambiente es claro que ocurrirá y seguro, al inicio, lo utilizarán como arma de ataque diplomático (todos los países son buenos y van al rescate de zonas… siempre y cuando tengan gas o petróleo.
Lo “irónico”: Los recursos que una vez fueron inaccesibles son cada vez más fáciles de adquirir debido al cambio climático. Si se empiezan a explotar, el cambio climático se acelerará en la región, lo que podría tener unas consecuencias devastadoras en el planeta.
Faltan algunos años para que todo esto comience. El mundo está ocupado con otros asuntos, así que, cuando comience todos comenzarán a rasgarse las vestiduras, cuando ya nada se pueda hacer por detener a la nueva plaga humana que llegará a saquear la zona.