A pesar de los atentados en el metro de Moscú y Daguestán, Vladimir Putin no canceló su viaje de visita a sus mascotas de Sudamérica (Chávez y Morales) pues a éstos les urge dinero (préstamo disfrazado de “acuerdos comerciales y de desarrollo agrícola, energético, educativo”).
Nada más le soltaron a Higuito $20.000 millones de dólares para tapar los destrozos económicos que su revolución bolivariana ha causado en la población venezolana.
En teoría, este crédito se debe utilizar para la explotación del campo Junin 6 de la Faja Petrolífera del Orinoco, pero Don Chávez se especializa en desviar recursos para su desarrollo revolucionario.
Para asegurar que el hijo oveja negra de Simón Bolívar no se quede sin dinero para gastar con sus amigos, Putin le adelantó un bono de $600 millones de dólares.
Un informe geológico del gobierno de Estados Unidos estima que la Faja del Orinoco contiene unas reservas de crudo calculadas en unos 513.000 millones de barriles y según el gobierno venezolano tiene un potencial de inversión de hasta $80.000 millones de dólares.
Eso quiere decir que todos estos recursos le servirán a Chávez para perpetuarse en el poder, pero también significa que las carencias del pueblo venezolano seguirán por muchos años.
Putin y Chávez firmaron un acuerdo para establecer una ruta aérea Caracas-Moscú-Caracas vía La Habana y vía Madrid, así como la compra de 2.250 automóviles rusos LADA como primer paso hacia la posible construcción de una planta ensambladora de vehículos de la marca rusa en Venezuela.
Cabe mencionar que en Venezuela, aparte de la escasez de algunos alimentos, cortes de agua y energía eléctrica, hay cierre de fronteras para autos importados, por lo cual, las agencias de autos nuevos sólo tienen pickups y “vehículos de trabajo” (modelos económicos).
Que comiencen a entrar autos rusos de la marca LADA solo dirige a Venezuela a una versión petrolera de Cuba, en la que, a diferencia de la Cuba bloqueada, Estados Unidos es el principal socio comercial y sus dólares lo han mantenido en el poder.
Chávez podría tener lo mejor de las dos potencias: Enormes entradas de dólares de los Estados Unidos y una sociedad comercial, tecnológica y educativa con los rusos, todo para beneficio de su población, pero en su lugar, está utilizando a ambos para mantenerse en el poder.
Chávez está cometiendo su primer error, pues el Tío Sam lo seguirá manteniendo en el poder mientras el petróleo siga llegando a Estados Unidos (sin importar que pase con la población venezolana), pero meter a los rusos en el patio trasero de Estados Unidos ya es otra cosa.
3 de Abril, 2010