sábado, marzo 22, 2014

Estados Unidos, el policía del mundo

Hasta hace poco pensaba que las épocas de las anexiones territoriales se habían terminado con el siglo XX, pero en estos días Rusia demostró que estoy equivocado.
Sin disparar un solo tiro y con una aceptación popular del 97.5%, Crimea pasará a formar parte de Rusia.

La historia nos ha enseñado que Estados Unidos siempre vela por el derecho internacional y la democracia. Durante la Guerra Fría, el "retrato del mal" era la Unión Soviética (los malos) y el Tío Sam el justiciero que nos cuidaba.

Con el conflicto social en Ucrania, el fantasma de la Unión Soviética regresó, pero el tío Sam de nuevo nos protege, sancionando económicamente a los maléficos rusos y salvando a la aterrorizada población crimea de las garras de la maldad.

Estados Unidos nos dice que, sin obtener nada a cambio, luchará por la justicia. Tomemos algunos ejemplos de esto:

1914-1918: Primera Guerra Mundial.
Vencedores y vencidos saben que gracias a Estados Unidos, los aliados vencieron al invasor alemán.
En los primeros años de la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos apoyó “incondicionalmente” a la Gran Bretaña en su lucha contra el Alemania (el Imperio Austrohúngaro y Turquía eran capítulo aparte).
¿Cómo lo hizo? Enviándole armas durante todo el conflicto que duró poco más de cuatro años.

En el momento en que los ingleses no pudieron pagar por ellas, Estados Unidos, preocupado por la libertad, justicia y todo eso, le abrió una línea de crédito pagadero en “abonos facilitos”.

Ante el avance alemán en Francia (tanto en el frente occidental contra ingleses y franceses como en el oriental contra los rusos), la posibilidad de que Gran Bretaña perdiera la guerra preocupó a Estados Unidos, pues si los ingleses terminaban derrotados, el tío Sam no podría cobrar la enorme suma que los ingleses ya le debían.

Fue hasta entonces (no al principio del conflicto), que Estados Unidos declaró la guerra a Alemania y envió tropas y armas para vencer y poder sancionar económicamente a Alemania.
Una vez terminada la guerra, Europa con gran esfuerzo se tuvo que reconstruir y Estados Unidos, el gran héroe, ayudó en el proceso (cobrando por ello) y por supuesto, recuperó íntegro el crédito de los ingleses.

Resultado: Los imperios austrohúngaro y otomano disueltos, Francia dañada por los bombardeos alemanes, Alemania destruida y muy endeudada con los vencedores, Gran Bretaña muy endeudada con Estados Unidos ¿y Estados Unidos? con una industria revitalizada y buenas ganancias económicas.

Claro. Murieron norteamericanos en el conflicto, pero, ¿no ha sido esto parte de los costos de operación en los negocios de Estados Unidos?

1939-1945: Segunda Guerra Mundial
De nuevo, Estados Unidos entra triunfante a Francia y la población vitorea al gran héroe.
En esta ocasión, el tío Sam combate en dos frentes y en el Pacífico, vence a Japón y de paso rescata a China y Corea.

Como la vez anterior, Europa hecha pedazos y Estados Unidos, tan sufrido como siempre, trabaja hombro con hombro con sus aliados europeos ofreciéndoles un “atractivo crédito” muy difícil de pagar, pero que Estados Unidos se encargaría de recuperar con creces (recursos, bases militares y demás).
Este generoso crédito originalmente llamado “European Recovery Program” es el famoso “Plan Marshall (el nombre le viene por el entonces Secretario de Estado George Marshall).

Los países a los que Estados Unidos “ayudó” con este crédito, recibieron 13 mil millones de dólares de la época.
Estados Unidos pudo entonces disfrutar de los beneficios de su “sacrificio” en la guerra.

Tema aparte de conflictos de grandes proporciones, Estados Unidos siempre está al cuidado los derechos humanos de las poblaciones vulnerables del tercer mundo.

Veamos cuatro ejemplos:

Cuba: Ante la entrada de Fidel Castro a la Habana en 1959, Estados Unidos perdiendo su negocito caribeño, levantó una sanción económica con Cuba que ha mantenido más de 50 años. El resultado es una población con carencias y el régimen comunista está más sólido que nunca.

Venezuela: El régimen bolivariano ha coartado la libertad de expresión, ha apoyado a grupos terroristas (como las FARC colombianas) dándoles recursos y cobijo en las zonas fronterizas de su territorio, ha inyectado petróleo y dólares a Cuba (a pesar de las sanciones de Estados Unidos) y ha disparado contra su población en los recientes eventos sociales.
¿Qué hace Estados Unidos? Nada. Pues el petróleo venezolano va en su mayoría a Estados Unidos.

Nigeria: Este país, el más poblado de África, tiene un récord enrome en violaciones a los derechos humanos y hambre extrema ¿Qué hace Estados Unidos? Bueno, no puede hacer mucho, pues Nigeria es uno de los 10 mayores exportadores de petróleo del planeta.

¿Que los enormes ingresos petroleros nigerianos son robados por una élite gubernamental y no aplicados a la población? Bueno, en este momento el tío Sam no los puede atender. Está ocupado salvando a otros.

Irak: No hay mucho que comentar sobre éste país. Estados Unidos ya los salvó del maléfico Saddam y a cambio, por su sacrificio, solo les cobró por la reconstrucción” (que no tiene para cuando acabar) y les” administra” su petróleo por medio de la empresa Halliburton, misma que envía eficientemente el petróleo a Estados Unidos.

La lista de ejemplos de cómo actúa el policía del mundo ante las “injusticias” de otros es muy larga. Solo es cuestión de escarbar un poco en cada conflicto de la historia e investigar en que se benefició Estados Unidos.

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