viernes, abril 18, 2014

Las maromas de Ucrania por conseguir gas ruso

Los problemas de Ucrania siguen en aumento. Ahora no saben cómo conseguir gas.
Rusia no es el principal proveedor de gas a Europa. Es EL proveedor de gas de Europa.

Entre los beneficios que Rusia le daba a Ucrania por rentarle el espacio en donde tiene la base de la flota del Mar Negro era un gran descuento en el precio del gas.

Ucrania no solo perdió Crimea. También perdió ese descuento (y el crédito que le daba Rusia), por lo que ahora el precio del gas le ha aumentado hasta los $485 dólares por 1.000 metros cúbicos (Ucrania consume más de 50.000 millones de metros cúbicos al año).

Entre sus llamados de ayuda a Europa, Ucrania les está pidiendo gas (que obviamente es ruso), en un plan de suministro inverso desde Europa.
El plan es comprar una parte a Rusia (con el poco dinero que tiene) e importar el resto de Europa.
Una empresa alemana le está vendiendo un poco de gas (ruso) a Ucrania a mejor precio. ¿Cómo pueden hacer eso? Con los excedentes de gas que cada país tenga.

En esta situación, la principal esperanza del gobierno ucraniano es Eslovaquia: desde este país se pueden exportar de vuelta a Ucrania hasta 30.000 millones de metros cúbicos de gas al año, pues Eslovaquia tiene buenos excedentes de gas.

Técnicamente es posible invertir el flujo por los gasoductos. “Para ello, el país que está dispuesto a organizar un suministro en sentido inverso debe tener un excedente de gas.
Pero no todo es tan sencillo. Las complicaciones comienzan por:

1-  El gobierno eslovaco no tiene la posibilidad física de llevar a cabo el suministro en sentido inverso. “En Eslovaquia no existen gasoductos adicionales que permitan organizar un flujo inverso desde este país.

2- Ucrania no tiene dinero en este momento y quien le envíe gas tiene que darle crédito (y arriesgarse al pago).

3- Que Gazprom (la compañía rusa) esté dispuesto a seguir manejando el envío a Europa con excedentes (Gazprom no está de acuerdo con el plan de suministro inverso, pues invertir el sentido del suministro de gas en los cuatro gasoductos que transportan combustible ruso a Eslovaquia iría en contra de los contratos existentes con Gazprom).
 
Eustream está dispuesta a invertir en la construcción de un tramo del gasoducto para poder llevar a cabo el suministro inverso a Ucrania, aunque para ello se necesitan hasta 20 millones de euros que las autoridades ucranianas no tienen en este momento. Eslovaquia está dispuesta a pagar este proyecto, aunque con la condición de que Ucrania se comprometa a comprar gas.
El principal riesgo para las compañías europeas es el hecho de que Ucrania no pueda pagar los suministros inversos de gas. A día 3 de abril, el importe de la deuda por la compra de gas natural de Naftogaz, según datos de Gazprom, ascendía a $2,200 millones de dólares.

Europa quiere "ayudar" a Ucrania para que siga la línea de unirse a la Comunidad (y a la OTAN, como quiere EEUU).
Obviamente Rusia no quiere un vecino lleno de misiles (tal y como tiene la OTAN a Turquía), así como EEUU no permitió que Cuba tuviera misiles soviéticos. Es el mismo juego, pero a la inversa.

Mientras, Vladimir Putin observa como todos se pelean por su gas mientras tiene el sartén, más bien, la llave del gas en la mano.

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