27 de septiembre de 2006
Estos últimos días nos hemos sorprendido con las imágenes que nos pasan por televisión de los sucesos de Oaxaca.No entendemos por que nadie detiene a un grupo que está dañando la economía, la educación, la propiedad privada y la del estado además de poner en jaque a la población con el uso del terror.
En este país se está haciendo común ver a grupos que con violencia (a veces solo con la amenaza) asusta al gobierno del Estado o Federal y lo arrincona como gatito asustado.La presidencia se escuda en los derechos humanos y en el derecho a las manifestaciones pacíficas que tiene cualquier ciudadano que viva en un país libre.
En 1938 el primer ministro de Gran Bretaña Neville Chamberlain durante las negociaciones con Alemania y con una actitud claramente sumisa entregó parte de Checoslovaquia a Hitler por miedo a desencadenar otra guerra mundial. Conocemos el resto de la historia.
En 1948 Gran Bretaña y la recién formada Naciones Unidas entregaron el territorio palestino a judíos sionistas al no poder controlar la ola de violencia, asesinatos y terrorismo por parte de los sionistas contra la población palestina e inglesa que vivía en la zona con tal de quitarse el problema y dejando a su suerte a la población palestina (que hasta la fecha sigue pagando el precio).
Bajo el pretexto de los atentados contra las torres gemelas, la comunidad internacional se “opuso sin oponerse” (pues no pasó de una condena) a la cobarde invasión por parte de los Estados Unidos contra Irak, dejando a este país sumido en una guerra civil que va en crecimiento, pero controlando el petróleo de los iraquíes en su beneficio.
Aquí en México un grupo de gente armada con machetes se opuso a la construcción de un aeropuerto en San Salvador Atenco y no hubo reacción por parte del gobierno, cuando en este país y en cualquier otro, caminar por la calle armado con una navajita es razón de más para acabar en la cárcel. Por supuesto que un grupo numeroso y armado que va agrediendo a la población civil no es razón suficiente para el gobierno Federal para actuar y proteger a la población.
Un grupo de perredistas toma las calles del centro de la ciudad de México, bloquea las calles y la avenida Reforma por semanas y el gobierno se sigue escondiendo, asustado, pues se están “manifestando pacíficamente”. Además, en el Distrito Federal cualquiera puede bloquear carreteras por horas sin temor a ser detenido, cuando obstruir las vías de comunicación es un delito que marca la ley.
¡Y todavía el gobierno Federal se indigna con las palabras del embajador Antonio Garza cuando alertó a los turistas estadounidenses a tener cuidado cuando viajen al país!
Si Felipe Calderón continúa con la tradición de este gobierno y no actúa en consecuencia, cometerá el mismo error de Fox y seguirá llevando al país hacia la espiral de violencia incontrolable a la que se está yendo.
Su primer prueba será el día de toma de posesión del cargo. No debe de ceder a la violencia disfrazada de “manifestación” de los perredistas.
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