15 de julio de 2005
He estado mirando por televisión notas sobre las víctimas de los ataques de Londres (ahora llamados 7/7 por esa moda de llamarles por la fecha, que inició con los ataques a las torres gemelas de Nueva York).
Es muy triste ver como quedaron destrozadas muchas familias, pues estas muertes son totalmente inútiles y sin sentido. Minutos de silencio, banderas a media hasta, imágenes de las víctimas…
Por un lado, el señor Blair dice que es una minoría musulmana la que apoya los ataques cometidos en Londres. Que los terroristas actuaron en nombre del Islam y afirmó que éstas gentes quieren imponer su forma de vida a los países occidentales.
Por otro, el señor Bush dice que están siendo atacados por gentes que envidian el modo de vida de los estadounidenses.
He visto como ha comenzado a crecer el odio contra los musulmanes que viven en Inglaterra, pues sienten que están viviendo en la misma ciudad que el enemigo. En eso no se equivocan.
En lo que si están errados es que el enemigo no son los musulmanes. Los verdaderos enemigos son Blair y Bush, pues estos los llevaron a una guerra. Una guerra que ellos llaman “de liberación del pueblo iraqui”, pero que no es otra cosa que una invasión para hacerse del petróleo y ganar dinero con la reconstrucción de lo que ellos mismos destruyeron.
Los negocios que está haciendo Halliburton, la “administradora” del petróleo iraqui es una muestra.
Los ataques de Londres, Madrid y Nueva York no son otra cosa que una respuesta lógica a los ataques terroristas que llevaron a cabo estos países contra el pueblo de Irak en primer instancia , el apoyo de Estados Unidos a Israel y los ataques de éstos contra los Palestinos.
Esto no es nuevo. Fueron los ingleses, después de saquear por décadas a Palestina, los que regalaron el territorio palestino a los sionistas (mismos que nos tienen cansados con su eterno lloriqueo del Holocausto).
Los ingleses no cumplieron ningún punto de la Declaración Balfour de 1917, que, entre otras cosas, decía que el gobierno británico expresaba en este escrito su apoyo al "establecimiento de una nación para el pueblo judío en Palestina".
Asimismo, Gran Bretaña se comprometía a poner "todo su empeño para facilitar la consecución de este objetivo, teniendo presente que no debía llevarse a cabo ninguna acción que pudiera perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades palestinas que no fueran judías”.
Las masacres que cometen los judíos contra el pueblo palestino muestra que, ni las condenas de la ONU, ni los tratados firmados les importan sobre los derechos civiles de las personas que fueron saqueadas por ellos mismos.La gente de la calle de España, Inglaterra y un alto porcentaje en Estados Unidos, saben esto. De hecho, se manifestaron en contra de la invasión en infinidad de ocasiones.
Solo hay que recordar que fue su gobierno y su ejército el que disparó primero contra Irak y Palestina. Dispararon contra miles de familias, al igual que las españolas, inglesas y estadounidenses, también inocentes.
A estos, excepto ellos mismos, nadie los llora. Solo les dan una pequeña nota perdida en las páginas de los periódicos, como algo de rutina.
Yo entiendo, pero no justifico, que Estados Unidos se haga del petróleo de otros a toda cosa, pues es necesario para su supervivencia económica.
Entiendo, pero no justifico, las ansias de poder de Bush y su banda.
Entiendo, pero no justifico el apoyo que le dieron España, Italia, Inglaterra, Australia y varios países más a Estados Unidos, pues sus economías dependen en gran parte de éste país.
Entiendo que Alemania, Francia y Rusia se oponían a la invasión por los fuertes intereses económicos que tenían en Irak.
Lo que no entiendo es que haya gente que sigue pensando que invadieron Irak porque era un país con armas de destrucción masiva que amenazaba a sus países.
En resumen. Los palestinos e iraquíes no envidian el modo de vida occidental. No quieren hacerse de los territorios de los países occidentales. Lo que quieren, es que los dejen en paz.
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